Las cabinas de seguridad biológica se encuentran entre los dispositivos de contención primaria más comunes y efectivos que se usan para la seguridad en los laboratorios para proteger a las personas de salpicaduras y aerosoles cuando trabajan con agentes biológicos.
Hay 5 preguntas preguntas para hacerse antes de elegir una cabina de seguridad:
- ¿Cuál es la función principal del gabinete de seguridad biológica? ¿Esterilidad, bioseguridad o ambas?
- ¿Qué productos químicos (si los hay) están involucrados en sus aplicaciones?
- ¿Cuánto espacio de laboratorio está disponible y cuánto espacio se requiere para hacer su trabajo?
- ¿Está la cabina diseñada ergonómicamente para garantizar una buena postura de trabajo?
- ¿Cuál es la durabilidad de la cabina? ¿Cuáles son las demandas de energía y los requisitos de servicio?
¿Qué debe contener una cabina de seguridad biológica?
Una cabina de bioseguridad proporciona tres capas de protección:
- Personal: la cortina de aire y los filtros HEPA protegen a los usuarios de los aerosoles de riesgo biológico generados dentro de la cámara.
- Protección de muestras: el aire filtrado HEPA recirculante y unidireccional protege las muestras de la contaminación del aire de laboratorio no estéril.
- Laboratorio/Protección ambiental: el escape filtrado por HEPA desde la parte superior del gabinete protege el entorno del laboratorio de la contaminación por aerosoles biopeligrosos generados dentro de la cámara
Consejo de mantenimiento para cabinas de seguridad biológica
Cuando se completa el trabajo, todos los elementos dentro de la cabina, incluido el equipo, deben descontaminarse y eliminarse para evitar el crecimiento microbiano. Las paredes interiores y el vidrio deben limpiarse diariamente para destruir cualquier organismo que se encuentre dentro del gabinete, utilizando una solución de alcohol al 70%.