Las incubadoras de dióxido de carbono (CO 2 ) son indispensables para el trabajo de biología. Proporcionan niveles de CO2, humedad y temperatura bien regulados que son ideales para el cultivo de células y tejidos. Sin embargo, es probable que estas condiciones que son óptimas para sus células y tejidos promuevan el crecimiento de microorganismos contaminantes como hongos, bacterias, micoplasmas y virus.